¿Aún no te has cansado de sufrir?; ¿no te parece que en tu vida ha habido ya suficiente dolor, angustia y frustración?; ¿no te encuentras hastiado de tantos esfuerzos, deberes, inquietudes y preocupaciones?; ¿no estás agotado de hacerte preguntas y de buscar inútilmente fuera de ti respuestas, metas, técnicas, terapias, gurús, maestros…?; ¿no te hallas harto de una vida que sientes a menudo vacía y sin sentido?; ¿no hay algo en tu interior que te dice que es hora de dejar atrás tantas cargas, lastres, culpas, depresiones, obligaciones y autolimitaciones mentales y encaminarte por otros derroteros que aporten la paz y la felicidad que tu corazón reclama?…

Si es así, ¡enhorabuena! Porque el hecho de que percibas todo lo anterior es señal inequívoca de que estás listo y preparado para empezar una nueva vida, para experimentar un renacimiento, para “nacer de nuevo”. Y este es el momento: no mañana, sino hoy; no en el futuro, sino aquí y ahora, en este mismo instante. ¿Cómo? Este libro te lo muestra de forma tan sencilla como contundente, tan amena como fundamentada.

Sus páginas no tienen ningún interés en atraerte hacia ninguna teoría, credo, religión, doctrina, filosofía, escuela… Al contrario: llevan a alejarte de tanto enredo sin pretender venderte ninguna idea, ni convencerte de nada, ni transmitirte ninguna creencia, ni ayudarte… Me limito a compartir contigo lo que he llegado a discernir por la vía de las experiencias desplegadas y vividas en muy diversos escenarios y situaciones: los contenidos del texto beben directamente de la Vida y no son conjeturas, suposiciones, opiniones o especulaciones mentales. Por esto, aun estando conformado por palabras, va más allá de las palabras… Las trasciende… Y mucho más que información, aporta Vibración. Debido a ello, su lectura propiciará que te conozcas a ti mismo y recuerdes que eres mucho más que el coche (el “yo” físico, mental y emocional) que usas para experienciar esta vida: eres el conductor que ha encarnado en ese coche y lo utiliza como vehículo para vivenciar la experiencia humana. Y, a partir de ahí, facilitará que tomes consciencia de tu divinidad –sí: ¡tu divinidad!– y asumas el mando de tu existencia mediante nuevos hábitos de vida –coherentes con esa divinidad– que sustituyan a todos los viejos hábitos que te han originado tanto daño, tristeza y desasosiego.

Date cuenta de que en tu vida hay multitud de paradigmas, pautas, conductas y comportamientos que estimas irreversibles, consustanciales a la propia vida y, por tanto, inalterables. Pero esto no es real; la verdad es que se trata solo de hábitos. Y como tales, pueden ser perfectamente reemplazados por otros. Es precisamente lo que este libro puede impulsar en tu día a día: sustituir una serie de hábitos que se han instalado en tu vida y solo te provocan sufrimiento por otros vinculados a lo que realmente eres y que te permitirán desvelar la realidad de la vida –la tuya y la de todos y todo– y gozar de una Felicidad que, como podrás comprobar y por increíble que ahora te parezca, es tu Estado Natural, ya que emana de tu interior y nada tiene que ver con el bien-estar que tanto has buscado en el exterior.

Desde este modo, el texto te demuestra el enorme poder que hay en ti –de hecho, tú eres tu único y genuino maestro– y como ser una luz para ti mismo. Esto se plasma en el recorrido por 70 nuevos hábitos de vida (cada uno de ellos se ilustra y sintetiza mediante su correspondiente cuadro explicativo) que te servirán para poner a la mente en su sitio y a tu servicio, en lugar de seguir tú al servicio de ella; desactivar el ego, que es el piloto automático que genera la mente cuando, al aferrarte e identificarte con el coche, olvidas que eres el conductor y te mantienes dormido; constatar que todo lo que acontece en tu vida lo estás creando y atrayendo tú mismo y tiene su porqué y para qué en clave de tu expansión consciencial, es decir, del recuerdo de ese conductor que eres; entender la función de las enfermedades y el papel del “tercer ojo”; comprender la naturaleza de la consciencia y vivir sin juzgar, sin opinar, sin elegir, sin pedir, sin quejarte…; cesar de viajar en el tiempo, dando saltos entre el futuro y el pasado, y centrarte en el aquí-ahora; percatarte de la innecesariedad de hacer, descargándote de tantos trabajos, tareas, luchas, ambiciones, desafíos… vanidades; descubrir y ejercitar tus dones y talentos; y amarte a ti mismo, que es la premisa ineludible para poder amar a los demás.

Junto a ello, el libro te proporciona los soportes y pilares para desarrollar una vida sencilla, anclándola en tu cotidianeidad con prácticas de “salida del tiempo” y “ejercicios de la pausa”; reducir tus necesidades materiales y penetrar en la esencia y la trascendencia de compartir, abandonando la inclinación a tener, retener, acumular y competir; desligarte con amor de la “matrix” que la élite económico-financiera y política teje continuamente a tu alrededor; disfrutar de una sexualidad en libertad y de las relaciones de pareja; situarte en el “justo medio” y vivir en equilibrio entre lo espiritual y lo mundano, lo interior y lo exterior; superar cualquier afán de dominar y los estados de enojo y enfado; dejar de querer ser perfecto, con el enorme estrés que ello conlleva; captar el verdadero significado de la confianza en la vida y de la aceptación, que nada tiene que ver con la resignación; saber que no hay ningún Dios en el que creer, viendo a la vez a Dios en todas partes y en ti; contemplar entonces que todo es exactamente como tiene que ser, que todo es Paz, que no hay nada que cambiar, y que eras sólo tú quien estaba inquieto; y experimentar la Iluminación, que no es otra cosa que tú mismo, lo que realmente eres.

Lee todo esto desde la más absoluta libertad, que es la completa ausencia de miedos. Y permite que lo que leas penetre en tu interior sin reservas mentales. Absorbe su sentido profundo. Salta por encima de los pensamientos, las emociones, las sensaciones y los sentimientos y absorber ese sentido. Y si cuando vayas paseándote por estas páginas hay algo que te dice que sus contenidos son difíciles de llevar a la vida diaria, ríete a carcajadas: es la mente, que se empeña en continuar haciendo de las suyas. Pero tú ya habrás comenzado a vivir sin mente, sin lenguaje, sin tiempo.